En un mundo cada vez más globalizado, donde abundan el ritmo acelerado y los procesos mecanizados en serie, lo estándar… empiezas a dar valor a lo auténtico, aquello que te conecta con la vida, con nuestra humanidad, con la belleza… Biloba se aleja de esos procesos mecánicos acelerados y sin alma. Biloba representa una forma de vida más calmada, consciente y reflexiva.

 

Desde mi humilde taller en Laxe, creo cada producto a mano, con mucha implicación, mimo y atención al detalle. Lo que sale de mis manos es una parte más de mí.

 

Creo que la pura artesanía y lo hecho a mano son un sello único, algo que no se puede conseguir solo con máquinas y que le da personalidad al producto, lo hace único y especial.

La idea

A veces surge en el lugar más inesperado: mientras conduzco, en algún paseo o viaje inspirador o también en las conversaciones con gente, que muchas veces te da pistas de sus necesidades, tanto materiales como también necesidades a nivel emocional. 

 

Si la idea me emociona y no para de rondar por mi cabeza, sigo ese impulso y empiezo a visualizar: dónde lo colocaría, a quién se lo regalaría, qué usos podría darle, cómo puedo conseguir esa forma, con qué materiales o qué colores me gustan…

 

En algunas ocasiones, la visualización es más clara, pero la mayoría de las veces el producto se va creando a base de hacer, ver y deshacer, cambiar, probar con otro tejido, otro color… es un prueba-error las veces y el tiempo que haga falta hasta que de verdad siento esa satisfacción, esa emoción de “me encanta”.

 

Considero que la creatividad necesita de un estado libre de estrés para poder desarrollarse. Pero como todo en la vida, la creatividad también fluctúa. Al igual que pasa en la naturaleza con las estaciones, la luna con sus ciclos… la energía creativa pasa por momentos de gran florecimiento, pero también por otros momentos de pausa, de ir más para adentro y nutrir lo que serán futuras semillas. Florecer y nutrirse. ¡Ahí está el equilibrio y el gran reto al mismo tiempo!.

El taller

Lo que sale de mis manos es un reflejo también de mi estado interior, de cómo me siento. Como persona sensible, para mi es muy importante el espacio donde trabajo. Soy muy de velitas e incienso, me traen calma e inspiración. A veces también la música, otras veces prefiero silencio. Entre proyecto y proyecto necesito limpiar y ordenar el taller, es como un ritual de cerrar lazos antes de empezar algo nuevo. Salir a la naturaleza, el calorcito del sol, el mar, viajar… me ayudan también a transformar mis pensamientos y energía, a desbloquear.

El taller

Lo que sale de mis manos es un reflejo también de mi estado interior, de cómo me siento. Como persona sensible, para mi es muy importante el espacio donde trabajo. Soy muy de velitas e incienso, me traen calma e inspiración. A veces también la música, otras veces prefiero silencio. Entre proyecto y proyecto necesito limpiar y ordenar el taller, es como un ritual de cerrar lazos antes de empezar algo nuevo. Salir a la naturaleza, el calorcito del sol, el mar, viajar… me ayudan también a transformar mis pensamientos y energía, a desbloquear.

Materiales

En cuanto a los materiales que suelo utilizar, me gusta priorizar (en la medida de lo posible) hilos y tejidos de origen natural: algodones, linos, lana, yute, rafia… Me fascina su tacto y textura orgánica, la conexión con esa naturaleza que tanto me inspira y también me gustan por ser la opción más sana y sostenible para nuestro cuerpo y para el planeta. 

Materiales

En cuanto a los materiales que suelo utilizar, me gusta priorizar (en la medida de lo posible) hilos y tejidos de origen natural: algodones, linos, lana, yute, rafia… Me fascina su tacto y textura orgánica, la conexión con esa naturaleza que tanto me inspira y también me gustan por ser la opción más sana y sostenible para nuestro cuerpo y para el planeta. 

Técnicas de tejido

Siempre digo que yo no he inventado nada, las técnicas de tejido que utilizo se conocen y se han usado desde hace mil años. Yo solo cojo ese conocimiento ancestral y lo aplico en mi trabajo, a veces combinando varias técnicas e improvisando. Ese conocimiento es infinito, nunca dejas de aprender y van surgiendo nuevas técnicas, nuevas formas de hacer. Es un aprendizaje constante.

El ganchillo (también llamado crochet) fue el que me abrió las puertas a este mundo apasionante. Con la ayuda de una sola herramienta, vas entrelazando o tejiendo punto por punto y vuelta por vuelta. Para mí, el proceso del ganchillo supone un verdadero “enganche”, entro en trance y no puedo parar. Esta técnica me permite experimentar con materiales muy diversos, desde hilos finos hasta cuerdas más gruesas.

El macramé es una técnica que consiste en hacer nudos decorativos solo con las manos (no se necesita ninguna herramienta específica) y en la que también utilizo cuerdas e hilos de grosores y texturas diversas. Partiendo de 3 o 4 nudos básicos, es una técnica que permite dar mucha rienda suelta a la creatividad, con tantas combinaciones como puedas imaginar.

La costura y el bordado lo he visto desde niña en casa, con mi madre. Ella es modista, ¡pero de las buenas!. No hay labor que se le resista y es profundamente creativa. Esto, sumado a sus años de experiencia, la convierte en una verdadera especialista de las costuras y puntadas prácticamente perfectas. Algunos productos salen también de ella, de sus manos. Madre e hija creando juntas.

Técnicas de tejido

Siempre digo que yo no he inventado nada, las técnicas de tejido que utilizo se conocen y se han usado desde hace mil años. Yo solo cojo ese conocimiento ancestral y lo aplico en mi trabajo, a veces combinando varias técnicas e improvisando. Ese conocimiento es infinito, nunca dejas de aprender y van surgiendo nuevas técnicas, nuevas formas de hacer. Es un aprendizaje constante.

El ganchillo (también llamado crochet) fue el que me abrió las puertas a este mundo apasionante. Con la ayuda de una sola herramienta, vas entrelazando o tejiendo punto por punto y vuelta por vuelta. Para mí, el proceso del ganchillo supone un verdadero “enganche”, entro en trance y no puedo parar. Esta técnica me permite experimentar con materiales muy diversos, desde hilos finos hasta cuerdas más gruesas.

El macramé es una técnica que consiste en hacer nudos decorativos solo con las manos (no se necesita ninguna herramienta específica) y en la que también utilizo cuerdas e hilos de grosores y texturas diversas. Partiendo de 3 o 4 nudos básicos, es una técnica que permite dar mucha rienda suelta a la creatividad, con tantas combinaciones como puedas imaginar.

La costura y el bordado lo he visto desde niña en casa, con mi madre. Ella es modista, ¡pero de las buenas!. No hay labor que se le resista y es profundamente creativa. Esto, sumado a sus años de experiencia, la convierte en una verdadera especialista de las costuras y puntadas prácticamente perfectas. Algunos productos salen también de ella, de sus manos. Madre e hija creando juntas.

Tintes naturales

El trabajo con tintes naturales es un proceso llenísimo de magia que me fascina y que nunca deja de sorprenderme. Es un proceso, como todo lo hecho a mano, muy laborioso, pero que además requiere de mucho espacio de trabajo con acceso a fogones, agua, fregadero, lugar para dejar secar, etc. Precisamente esto a veces hace que pueda dedicarle menos tiempo del que me gustaría. Poco a poco, me encantaría ir ofreciendo más productos con fibras naturales teñidas por mí.